ESTEBAN SÁNCHEZ INTERPRETA BEETHOVEN
 

Por Rubén Flórez Bande

Sin duda, a Esteban Sánchez siempre se le asociará con la literatura pianística de finales del siglo XIX y principios del XX, donde tiene interpretaciones fonográficas de auténtica referencia: ahí está su alabada Iberia de Albéniz. También han llegado a nosotros interpretaciones de la música francesa, como Fauré, y ahora llega le llega el turno a Beethoven, del que ya se había reeditado en CD un disco de Bagatelas. En este nuevo disco, el pianista extremeño nos interpreta el Concierto para piano nº 4 en sol mayor y cuatro Rondós.

Es interesante la versión de este Concierto, pues el piano de Sánchez, comedido, no va al alarde romántico de la partitura, con grandes sonoridades, acordes definidos, y cierto alarde virtusístico; Sánchez nos da una lectura mucho más serena, más sosegada, mirando más hacia el clasicismo cercano de Mozart, con mucha sutileza y delicadeza, dándole también cierto toque nostálgico, algo elegíaco, como por ejemplo el arranque del concierto, o el segundo movimiento. Sánchez va desgranando las melodías, como si se tratara de una canción, cada nota perfectamente medida, cantada. Su lectura, quizás adolezca de ser "muy pensada" no hay sitio para la imaginación, o para la improvisación, no hay nada que esté fuera de sitio. El "color" del piano de Sánchez no es muy refinado, pero con esa meticulosidad, delicadeza y entrega, se le perdonan estas carencias. El acompañamiento está a cargo de la Orquesta Ciutat de Barcelona, bajo la batuta de Antoni Ros Marbá, orquesta que produce un sonido de cierta tosquedad, como cualquier otra orquesta española de los años 70, pero que acompaña correctamente al pianista.

Lo mejor del disco quizás sean los cuatro Rondós que se incluyen: op.51 Nº1, op.51 Nº2, el Rondó WoO 49 y el Rondó a capriccio Op. 129. Este último Rondó es el que más interés tiene: aquí, en frases concretas y en la estructura se ve ya al último Beethoven, de construcciones marmóreas, cuadriculadas, como si de la construcción de una catedral se tratase: el pianismo de Sánchez ayuda, con esa facilidad de construir la obra "medidamente", sin decaer en ritmo, en intensidad, pero con cierto toque ingenuo, que no le vienen nada mal. El resto de los Rondós, de no tanta enjundia pero con gran valor melódico, tienen las mismas características que el anterior, quizás no tan trascendentes y sí más despreocupados, nos brindan unas muestras del Beethoven menos conocido.

Disco a tener en cuenta, para seguir la trayectoria de uno de los pianistas más interesantes de nuestro país, injustamente olvidado por un amplio sector del público.



REFERENCIAS:

BEETHOVEN: Concierto para piano Nº 4 en sol mayor, Op 58 (con: Orquesta Ciutat de Barcelona. Dir: Antoni Ros Marbá).
Rondo Op. 51 Nº1, Rondo Op. 51 Nº2, Rondo WoO 49, Rondo a capriccio Op. 129.
Esteban Sánchez, piano.
ENSAYO ENY-CD - 9743.


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