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Número 50º - Marzo 2.004


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Condiciones laborales en la carrera de Haydn

Por David Martín Sánchez (Licenciado en Historias y Ciencias de la Música, Salamanca).

 

            En la actualidad Haydn es considerado como uno de los grandes compositores de la historia de la música pero ¿fue siempre así?, ¿qué situaciones en su vida resultaron determinantes en su obra?, ¿en qué condiciones desarrolló su actividad profesional? A lo largo del presente trabajo trataremos de buscar las respuestas a estas y otras preguntas con el fin de aproximarnos al contexto en que se desarrolló la actividad musical de este compositor.

 La vida de Franz Joseph Haydn (1732-1809) está marcada por el hecho de haber nacido en una familia humilde en la que recibió su primera y más influyente formación: las canciones que oía cantar a sus padres; tras esta primera iniciación musical podemos distinguir tres etapas en su formación: la estancia con su primo en Hamburgo, niño de coro en la catedral de S. Esteban (Viena) y un periodo autodidacta dando lecciones de música y tocando en serenatas para ganarse la vida.

Con tan sólo seis años marchó de su casa para ir a vivir con un primo a Hamburgo; a pesar de que fueron años duros para él -escasez de comida-, adquirieron una importancia fundamental por el hecho de recibir formación en aprendizajes básicos como lectura y escritura y en diversos instrumentos de cuerda y viento.

            Dos años después ingresó en la escuela del coro de la iglesia más importante de Viena, en la que fue el más solicitado para hacer los solos; allí permaneció hasta que le cambió la voz y, a causa de una broma, fue expulsado cuando tenía diecisiete años.

            Tuvo que buscarse la vida y para ello se fue a compartir una buhardilla con un matrimonio joven; trabajó enseñando música y tocando en las ocasiones que se le presentaban mientras se formaba de manera autodidacta estudiando los tratados de Fux, Mattheson y C.P.E. Bach.

            Más tarde comenzó a recibir encargos para componer y empezó a ser conocido en los medios influyentes. En 1759 consiguió su primer empleo: director musical del conde Morzin, lo que le permitía obtener salario, comida y alojamiento pero con la condición de que no se casase; lo incumplió y fue despedido[1]. Aquí compuso su primera sinfonía, para la pequeña orquesta de este conde, causando buena impresión en el príncipe Anton Esterházy en cuya corte entró al disolverse la orquesta de Morzin.

            En 1761 entró como vice-maestro de capilla en la corte de los Esterházy, una de las familias más ricas, poderosas y cultivadas de Hungría. Allí tuvo que aceptar una serie de condiciones como la de ser vice-maestro de capilla, ya que el maestro de capilla seguiría siendo Werner -hasta que falleció en 1766-.

Según algunos autores, las cláusulas del contrato de Haydn de 1761 constituyen un valioso documento al poner de manifiesto la condición de los músicos del Antiguo Régimen[2]. Entre ellas destacan la de componer exclusivamente para su príncipe y aquello que éste le pidiese, preguntarle cada día si quería o no audición musical, cuidar de las partituras e instrumentos y resolver conflictos entre los músicos. De estas premisas no todas se cumplieron rígidamente, entre otras cosas porque el hecho de dar a conocer sus composiciones aportaba fama al príncipe, a lo que se suma que algunas partituras no fueron patrimonio exclusivo del príncipe al venderlas su autor a otras personas.

El contrato tendría vigencia durante tres años tras los cuales podría ser despedido o nombrado maestro de capilla mientras que, para poder marcharse al acabar el plazo, debería anunciarlo seis meses antes[3]. Se deduce que realizó bien su trabajo porque al cabo de un año le aumentaron el sueldo.

            A lo largo de su carrera profesional se puede observar que no tuvo una fría relación de trabajo con sus príncipes sino que había un fuerte sentimiento de lealtad que le hacía rechazar cualquier oferta de viaje o empleo; esto se hizo patente de manera especial con Nicolás “el magnífico”, hermano de Paul Anton, al que sucedió tras su muerte en 1762 y a cuyo servicio estuvo veintiocho años. En esta época compuso gran cantidad de música instrumental (sonatas, cuartetos de cuerda y sinfonías) dedicada a su príncipe.

            Con respecto a sus producciones musicales es especialmente destacable el hecho de que a partir de 1764, y sin que él lo supiera, se editaron obras suyas en París (capital europea de la edición musical), teniendo como consecuencia que no recibiera beneficios económicos, que modificaran sus obras y, lo que es peor aún para los estudiosos posteriores, que publicaran con su nombre obras que no eran suyas[4].

            Tras llevar veinte años trabajando para los Esterházy, en la década de 1780 comenzó a sentir la necesidad de cambiar de vida tras comenzar a sentirse agobiado por sus obligaciones como sirviente y por el aumento de los encargos a medida que aumentaba su fama por Europa. Haydn comenzó a vender sus obras a diversos editores y supervisar su aparición hasta que en 1780 inició relaciones con la editorial Artaria y comenzó a recibir encargos para un público menos exigente que el de Esterháza.

En 1790 murió el príncipe Nicolás a quien sucedió su hijo Paul Anton, quien no era amante de la música pero que conservó a Haydn en el puesto y le aumentó el sueldo sin pedirle nada preciso. Haydn se marchó a Londres en 1791 con Peter Salomon, un violinista alemán que organizaba conciertos, encontrando una intensa vida musical que le estimuló a componer, dando como resultado las seis primeras sinfonías “Londres”, alcanzando un gran reconocimiento y siendo nombrado Doctor Honorífico en Música por la universidad de Oxford. Tras su regreso a Viena en 1792 volvió de nuevo a Londres en 1794 acompañado por su ayudante Johann Elssler, componiendo otras seis sinfonías “Londres” y aumentando sus contactos con editores ingleses.

            Su retorno definitivo a Viena estuvo determinado por la muerte del príncipe Paul Anton al que sucedió su hijo Nicolás II; éste escribió a Haydn –que seguía siendo maestro de capilla de Esterháza- para que regresara y volviera a establecer la orquesta.

            Sus últimos años de vida transcurrieron en Viena, donde llegó a ser ciudadano honorífico y miembro de honor en sociedades musicales.

A modo de conclusión podemos afirmar que Haydn era un compositor “por encargo” ya que escribía lo que se necesitaba cuando se necesitaba. Desde esta perspectiva, el compositor de corte era en realidad un sirviente más -aunque a un nivel superior- por el hecho de que todo lo que escribía pertenecía a su patrón, para el que significaba prestigio mantener un músico de esta categoría[5]. A lo largo de su estancia en Esterháza destaca su relación con el príncipe Nicolás “el magnífico”, a quien compuso obras para baryton, instrumento al que era aficionado.

             Haydn, a diferencia de otros compositores, sí tuvo reconocimiento en vida, lo que queda puesto de manifiesto al conocer que tuvo tres ofertas para escribir su biografía, sin olvidar la “picaresca” que mostró cuando vendió las mismas obras a varios editores.

 

Bibliografía

·        DOWNS, Philip G.: La música clásica. La era de Haydn, Mozart y Beethoven, Ed. Akal, Madrid, 1998, [1992].

·        LARSEN, Jens Peter y FEDER, Georg: “Haydn, (Franz) Joseph”, en SADIE, Stanley (Ed.): The New Grove Dictionary of music and musicians, Ed. Macmillan, Londres, 1980.

·        RAYNOR, Henry: Una historia social de la música. Desde la Edad Media hasta Beethoven, Ed. Siglo XXI, Madrid, 1986, [1972].

·        VV.AA: “Franz Joseph Haydn”, en Los grandes compositores, Ed. Salvat, Barcelona, 1997, Vol. I, pp. 179-224.


 

NOTAS 

[1] VV.AA: “Franz Joseph Haydn”, en Los grandes compositores, Ed. Salvat, Barcelona, 1997, Vol. I, p. 182.

[2] Ibid. p. 183

[3] DOWNS, Philip G.: La música clásica. La era de Haydn, Mozart y Beethoven, Ed. Akal, Madrid, 1998, [1992], p. 220.

[4] VV.AA: Op. Cit. p. 188.

[5] RAYNOR, Henry: Una historia social de la música. Desde la Edad Media hasta Beethoven, Ed. Siglo XXI, Madrid, 1986, [1972], p. 385.