Revista mensual de publicación en Internet
Número 45º - Octubre 2.003


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¡CHAPEAU!
 

Por Rubén Flórez Bande

          

Estamos en el año Prokofiev, por si aún no se han dado cuenta. Cincuenta años después de su muerte. Y las discográficas, cómo no, aprovechan el tirón para sacar nuevas grabaciones y reediciones. La Philips le rinde un pequeño "homenaje" al compositor ruso, con su director estrella (también ruso), Valery Gergiev.

Este disco incluye la Suite Escita Op.20 y la colosal cantata Alexander Nevsky Op.78, esta última grabada en el concierto inaugural del Primer Festival de Pascua de Moscú.

La Suite Escita (1915) concebida primero como ballet, para los Ballets Rusos de Diaghilev, con el nombre de "Ala y Lolly" fue rechazada por el empresario ruso al considerarla muy "revolucionaria", al estilo del por aquella época "moderno" Stravinsky y es que, claro está, aun escocían las heridas del estreno de la Consagración de la Primavera. Prokofiev finalmente decidió darle la forma de suite, que es como se interpreta actualmente.

La lectura de Gergiev es puro salvajismo. Muy cuidadoso con los instrumentos de metal y la gran "artillería" de percusión que requiere esta partitura, ya que son los que llevan la voz cantante. No juega, como hace Abbado, con las sutilezas tímbricas, Gergiev va a la raíz rusa de las obras, a la raíz de esa leyenda "bárbara". Una lectura muy clara y contundente... quizás demasiado.

El plato fuerte del disco es el Alexander Nevsky (1939), posiblemente una de las grandes obras sinfónico-corales del siglo XX. Esta obra fue escrita para la película de Einsestein del mismo título donde se narra la biografía épica de este Gran Duque de Rusia, que después sería santificado por la iglesia ortodoxa.

Posiblemente nos encontremos ante una de las lecturas más acertadas de esta partitura. Gergiev, al igual que en la Suite Escita, nos lleva a las raíces, a los sonidos "ásperos", a ese sonido ruso que tanto se añoraba desde la muerte de los Mravinsky, Kondrashin... pero con cierta "finura": no se oyen los metales fríos, las cuerdas bastas de antaño. Es un sonido ruso, pero al estilo europeo. Quizás peque Gergiev de no resaltar las influencias de otros compositores, como Mahler en "La batalla sobre el hielo", sino que se mantiene fiel a la "sonoridad Prokofiev". Mima todos los detalles de las cuerdas, perfectamente compactas, los metales empastados, majestuosos, pero sin estridencias, las maderas nunca se han oído tan bien en una grabación de esta obra (quizás en Abbado).

Se oyen detalles nuevos, como juegos de las maderas con la percusión (como en la "Canción de Nevsky") o ciertos rallentandos en algunos pasajes en los que los directores suelen desmelenarse, sobre todo en la "La batalla sobre el hielo", y ese es otro detalle a destacar: si bien he dicho que esto suena a ruso, a raza, a rudo, sin embargo Gergiev no se desmelena, todos los fortes están perfectamente pensados, en su sitio, sin una "f" de más. Igual pasa con los desgarros orquestales pefectamente medidos, incluso los chillidos están "suavizados", no en el sentido de suaves, sino que el coro no se desgañita, se entiende perfectamente lo que cantan. El coro, bárbaro, sobre todo las voces masculinas, más empastadas que las femeninas, pues estas últimas suenan algo "etéreas".

Olga Borodina, otra cantante de raza, en su breve intervención en "El campo de los muertos" sienta cátedra, con un oscurantismo y una voz cavernosa como si saliera de las entrañas de los Urales.

Posiblemente nos encontremos ante una referencia moderna de esta cantata sinfónica. Creo que finalmente se hace justicia al "director sin sonrisa" en lo que se refiere a grabaciones discográficas, donde en general no ha estado muy acertado, como sí lo ha estado (no siempre) en los conciertos en vivo. Es uno de esos discos que, después de escuchado, apetece volver a ponerlo de seguido. A ver si Gergiev se anima y graba más Prokofiev sinfónico.



REFERENCIAS:

PROKOFIEV: Suite Escita Op.20., Alexander Nevsky Op.78.
Olga Borodina, mezzo-soprano.
Orquesta y Coro Kirov del Teatro Mariinsky, San Petersburgo.
Director: Valery Gergiev.
PHILIPS 473 600-2