Revista mensual de publicación en Internet
Número 44º - Septiembre 2.003


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PUNCH DRUNK LOVE - Jon Brion

Por Carlos Infante

 

PUNCH-DRUNK LOVE, o EMBRIAGADO DE AMOR como se ha titulado en España, es una película extraña y bizarra hasta puntos insospechados. Tan es así que por momentos no sabemos, o al menos este comentarista desconoce, si estamos ante un tomadura de pelo de las que marcan época, o por el contrario asistimos a una película magnética y original en todo el sentido del término. En cualquier caso es una autentica rareza.

En lo que a la banda sonora se refiere, en esencia es lo mismo que la película: Extraña. Desde su presentación inhabitual, en cuanto al estuche se refiere, hasta su contenido, que no puede calificarse como una banda sonora al uso. Aunque no por ello carece de interés, máxime para los que disfrutamos de toda suerte de rarezas, para los que siempre deseamos y esperamos ‘algo diferente’.

Ya centrándonos en los contenidos primero les señalo que esta banda sonora es una edición limitada donde hay que reseñar la inclusión del video clip de la canción “Here Go We”. Un aliciente que no debemos pasar por alto. Junto a este ‘extra’ la edición se compone de mas 44 minutos de música repartidos entre algunas canciones, que escuchamos en el film y la partitura original de Jon Brion, compositor que ya ha trabajado con Anderson en MAGNOLIA.

Toda la partitura original se puede resumir en el tema “Punch-Drunk Melody” que aparece en el CD en el corte 3. Un vals que no llega a los dos minutos y donde encontramos el tema central que acompañará la historia narrada por Paul Thomas Anderson. Un tema romántico que desde el punto de vista formal no encaja con la trama narrada, pero que si le pone un contrapunto que aumenta la parte surrealista de esta peculiar película. Ese es su gran acierto precisamente.

En lo que se refiere a la idoneidad de la partitura a la imagen, aspecto fundamental a la hora de valorar una banda sonora, debemos y podemos afirmar que por difícil que pueda parecer Jon Brion logra perfectamente su misión, aunque si es cierto que lo consigue a base de melodías relativamente simples, reiterando la misma melodía en exceso.

En lo que respecta a las canciones decirles únicamente que siguen la línea de la película en una sucesión de estilos cuya coherencia sería imposible de encontrar, pero quizás sea precisamente esa su función. Estilos de Rock, mezclados con cantos más o menos al estilo hawaiano, al margen del conocido "He Needs Me".

Mi conclusión es simple: No me atrevo a recomendarles esta pieza a todos los aficionados a este peculiar género musical. Estoy convencido que tendrá detractores manifiestos, como también estoy convencido que encontrará defensores a ultranza. Por lo tanto le recomiendo PUNCH DRUNK LOVE a los aficionados que gusten de la obra de Jon Brion, a los que hayan disfrutado con la película y también a los coleccionistas que valoren las ‘rarezas’. Para estos tres colectivos esta edición resulta sencillamente necesaria.