LOS CAMINOS DEL ROMANTICISMO
 

Por Rubén Flórez Bande

El Ensemble Matisse nace bajo los auspicios de la Fundación March de Madrid, tomando su nombre de unos proyectos, dados en dicha Fundación, bajo el nombre de "La música en torno al Pintor Matisse". Esta formación la compone un número de músicos variable, desde tríos a agrupaciones que requieran más intérpretes. En este disco son sólo tres los instrumentos que se necesitan: un piano, un oboe y una trompa.

Al piano está Aníbal Bañados Lira, profesor de Música de Cámara en el Conservatorio de la Comunidad de Madrid y profesor de Repertorio en la Escuela Superior "Reina Sofía"; al oboe, Eduardo Martínez Caballer, oboe solista de la Orquesta Ciudad de Granada y profesor de oboe en la Escuela Superior de Música de Cataluña; y a la trompa, Javier Bonet, profesor titular de la Orquesta Nacional de España, siendo también profesor en el Conservatorio Superior de Salamanca y de trompa natural en la Escuela Superior de Música de Cataluña.

Estos músicos nos hacen un recorrido por obras del Romanticismo que combinan los tres instrumentos. Las obras son de compositores mal llamados "de segunda" y nos permiten acercarnos a la "otra" música de cámara romántica.

El primer compositor que se interpreta es Heinrich von Herzogenberg (1843-1900) que fue uno de los principales artífices de la recuperación moderna de la obra de Bach al fundar, junto con el biógrafo Philipp Spitta, la "Bach-Verein". El Trío en Re mayor Op. 61, datado de 1889, tiene una música muy brahmsiana (Brahms planea por todo el disco) pero no tan imaginativa como la del músico de Hamburgo; es más academicista, más encorsetada, pero con bonitos pasajes, como el dicharachero "Allegretto" y un movimiento final que extrae al máximo las cualidades técnicas de los dos instrumentos de viento. La interpretación es sumamente correcta, sin muchas libertades; la partitura no lo permite. No quiero decir que sea una interpretación sin espíritu, sino que la obra, pese a ser bonita, no da mucho más de sí, quizás a la trompa se le pueda pedir algo más de color en la interpretación, o al oboe más presencia, pero es una versión correcta. No tiene mucha competencia.

Robert Kahn (1865-1951) es otro claro seguidor de la escuela brahmsiana pese a vivir casi la mitad de su vida en pleno siglo XX; conoció a Brahms en 1887, cuando sólo tenía 22, y cuentan que renunció a estudiar con el maestro por su gran timidez. La Serenata en fa mayor Op. 73 data de 1923. Una obra en un solo movimiento, pero que se subdivide en varias unidades temáticas, con ricos cambios de "tempi" y de temas. Kahn se muestra aquí como un gran melodista, quizás más "a lo Mendelssohn" que "a lo Brahms", con unos recursos técnicos para los instrumentos inmejorables, contando con que esta combinación es casi infrecuente. La interpretación es la mejor de todo el disco: los músicos, plenamente libres, extraen al máximo el jugo de la partitura, que no es una gran partitura de repertorio, sino más bien una música de las que en el siglo XIX se conocían como "Hausmusik" (música doméstica), como muy bien indica Berea en las notas. Lo mejor, sin duda la coda, con una fuerza, y vivacidad bárbaras, de la mejor escuela, donde los instrumentos sirven a la maravilla a esta música.

Finalmente Carl Reinecke (1824-1910), quizás el compositor más completo de los tres, con más trascendencia en el mundo de la música, no tanto como compositor, pero sí como profesor de grandes compositores, como Albéniz, Grieg, Delius... y fundador del Conservatorio de Leipzig. De él se elige aquí el Trío en la menor Op. 88 de 1887: un primer movimiento, quizás demasiado repetitivo, pero que permite ver las cualidades del oboe como instrumento "cantabile"; le sigue un Scherzo, que es lo mejor de la obra, muy gracioso, casi como una mofa, que se antoja corto; el Adagio tiene un primer tema, que domina casi todo el movimiento que recuerda muchísimo al segundo tema del Adagio de la 9ª de Beethoven, una curiosidad; y el Finale en el que sí que se nota la influencia de Brahms, con muchos claroscuros, pero con un final optimista. La interpretación, como en el resto del disco, es correctísima, sobre todo en el Scherzo en el que se ve a los tres músicos que disfrutan como niños, y en un final en el que agrandan la obra, como si fuera del propio Brahms.

Resumiendo, interpretaciones muy buenas, que no tienen casi competencia, por no decir que no la tienen, con un pianista, discreto, en el sentido de no destacar más que sus compañeros y hacerse el divo, una trompa que entiende perfectamente este lenguaje romántico, pero a la que quizás se le pueda pedir algo más de color y un oboe que se impone sin amedrentarse. Gran disco que nos permite conocer la "otra" música y que no aburre lo más mínimo.



REFERENCIAS:
"POR LOS CAMINOS DEL ROMANTICISMO"
Música para oboe, trompa y piano de Von Herzogenberg, Kahn y Reinecke.
Ensemble Matisse.
ARSIS 4182


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