Revista mensual de publicación en Internet
Número 25º - Febrero 2.002


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Música, amor y celos

Por Antonio Pérez Vázquez. Lee su curriculum.

Como casi siempre voy a basarme en una historia real que en cierto modo estoy viviendo en estos días. Una forma curiosa de relacionar tres temas que siempre han ido cogidos de la mano: la música, el amor y los celos.

En una vida normal, con un desarrollo normal, con una rutina que se ha establecido a lo largo de mucho tiempo los cambios son algo que no se encajan con facilidad. "Son muchos años los que llevamos juntos para que ahora nos separen". Precisamente esa fue una de las frases que pronunció un conocido mio antes de perder a su mejor amigo. No piensen ustedes que les voy a hablar de una historia trágica, mas bien todo lo contrario, el amor fue el causante de esa pérdida. Acaba de hacer aparición el primer personaje del relato.

Otro cómplice que contribuyó en la ejecución del robo fue la música. Los cargos que se tienen en contra de ésta fue la de hacer de nexo de unión entre el amigo perdido y la ladrona de amigos. Entre el amor y la música consiguieron que floreciera una relación entre el amigo perdido, que a partir de ahora llamaremos D y la ladrona de amigos que llamaremos M. Pues bien, al principio todo parecía un juego, algo que no iba a durar mucho o que simplemente se limitaba a encuentros esporádicos. Por aquel entonces el pobre amigo de D, que llamaremos A, no sospechaba nada de lo que se estaba cociendo.

Pasado el tiempo, A comenzó a notar el poco tiempo que pasaba con D. Las cosas no marchaban como antes y entonces fue cuando hizo su aparición el tercer vértice del triángulo: los celos.

Con el fin de poner las cartas sobre la mesa A le preguntó a D qué era tan importante que le estaba privando de su compañía. La sinceridad es una de las bases de la amistad, por eso D no ocultó el hecho de que el tiempo lo estaba pasando con M. Pero lejos de sentirse afligido, A se alegró por lo que le estaba pasando a D y de que éste no estuviera a dos velas como él mismo lo estaba. Sólo quedaba un camino: la resignación.

Intentando resumir un poco la historia podría decirse que D menos A es igual a M, puesto que siempre que esta A no están ni D ni M. De igual modo siempre que están D y M no está A. Quizás si lo expresara en forma de ecuación:

D - A = M

Si D = M, entonces A=0.

Como puede verse, el valor de A se vio drásticamente reducido. Pero eso no le desanimó, es más, agudizó su ingenio para volver a ser lo que fue. Para ello pensó en formar su propia ecuación, y darse a sí mismo un valor propio e independiente. Esa era la nueva meta que se había fijado.

Por desgracia ya no tengo más información sobre el tema y la historia sigue desarrollándose en estos momentos. Les prometo, queridos lectores, que les mantendré informados sobre cualquier cambio que se produzca en esta historia. Espero que sea pronto.

NOTA1: De A para D: No importa lo que fue y dejo de ser, lo importante es lo que fue, es y será siempre.

NOTA2: ¿Alguien puede explicarme qué significa la NOTA1? La he puesto ahí por hacer un favor pero cada vez que pienso en ella me entra dolor de cabeza. En fin, serán cosas de la edad.

NOTA3: Les prometo que en el siguiente artículo me centraré más en la música, esto ha sido algo así como una emergencia. Prometo compensar.

NOTA 4: En referencia al artículo del mes pasado, estaba en lo cierto, era el número 24. Se puede decir que tuve suerte, puesto que me enteré cuando ya había salido el artículo.

NOTA5: Prometo no volver a poner tantas NOTAS al final de un artículo.