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Número 20º - Septiembre 2.001


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DVD IMPRESCINDIBLE
El Caballero de la Rosa por Karajan

Por "Don Profondo".

 

Ya sé que el término “imprescindible” ha perdido gran parte de su valor debido al indiscriminado uso que de él hacemos quienes escribimos reseñas musicales, literarias o cinematográficas (¿cuántos discos, libros y películas “imprescindibles” tenemos que comprar al mes?). Sin embargo, en esta ocasión hay que hacer uso de él, ya que el DVD que acaba de editar Sony Classical es la versión digamos televisiva de una de las grabaciones operísticas más importantes jamás realizadas: el segundo Rosenkavalier que grabara el siempre controvertido, y con frecuencia admirable, Herbert von Karajan, cuyo legado videográfico está editando el sello nipón.

¿Segundo? Bueno, en realidad se trata de la séptima lectura que conservamos del salzburgués dirigiendo el memorable título de Richard Strauss, pero todas pueden sintetizarse en dos, cada una con su paralelo fílmico: la de la segunda mitad de los cincuenta y la de la primera mitad de los ochenta. La del joven Karajan, grabación mítica donde las haya, está a punto de ser reeditada por EMI a precio medio dentro de su serie Great Recordings of the Century. En ella el protagonismo absoluto es de la incomparable Elisabeth Schwarzkopf. Escucharla encarnando a la Mariscala es, para quien esto suscribe, una de las más sublimes experiencias estéticas que pueden vivirse. La versión “con imágenes”, pocos años posterior, es un celuloide de la Rank, filmado en el Festival de Salzburgo, con algún cambio en el reparto y la Filarmónica de Viena en lugar de la Philarmonia londinense. Eso sí, permanece la estrella: si escuchar a esta señora ya es inenarrable, verla entra en el terreno de la mística. Por desgracia no hay DVD editado, y el video resulta difícil de conseguir; de ahí que el interesado tenga que estar muy atento a la programación de los canales internacionales que se reciben a través de la parabólica.

La del Karajan anciano es la que comentamos. El audio, editado por Deustche Grammophon, se realizó un poco antes de celebrar las representaciones del Festival de  Salzburgo de 1984 que recoge el DVD, pues era práctica habitual -y paradójica- del venerable maestro en estos años trabajar intensamente con su equipo en el estudio para llegar ya rodados a las funciones escénicas, que servirían a su vez de escaparate de la edición discográfica. Pues bien, esta “segunda” versión, tanto en su formato de audio como en el de DVD (los cambios en el elenco son menores e intrascendentes), es a mi juicio -y el de muchos otros, aunque hay no pocas discrepancias al respecto- bastante superior a la unánimemente admirada de la EMI. Por supuesto, la magnífica Anna Tomowa-Sintow no puede ni compararse con la Schwarzkopf; ni ella ni nadie, claro. Pero el resto es igual de bueno o mejor, empezando por una excepcional Agnes Balsta como Octavian -tampoco estaba nada mal Christa Ludwig-, continuando por la Sophie deliciosa, pero nada ñoña ni inocentona, de Janet Perry y finalizando con el portentoso y modélico Ochs de Kurt Moll, muy por encima del basto Otto Edelmann. La Filarmónica de Viena, insustituible.

¿Y Karajan? Hay quien dice que esto es lo mejor que hizo en su vida, y no seré yo quien lo niegue: sus antiguas recreaciones de la partitura resultan rígidas, marciales e insensibles comparadas con este prodigio de sensualidad, de chispa, de decadentismo bien entendido, de humor, e ternura, de melancolía... De belleza, en suma. La claridad que obtiene de la orquesta, a pesar de las densas texturas de Strauss, es admirable, por no hablar de la hermosísima sonoridad de los chelos vieneses. Pero ojo, nada de esto le hace quedarse en la superficie, sino que escarba a fondo en la obra -en la música, en el libreto, en los personajes, en las situaciones- y nos ofrece una recreación de hondo calado teatral.

Por desgracia aquí desempeñó también el rol de director de escena, y de eso, claro, sabía poco. El resultado es meramente correcto, con algunos detalles muy acertados y otros bastante discutibles, siempre dentro de ese estilo de lujo rancio que su controvertido sucesor en el festival, Gérard Mortier, ha desterrado felizmente en estos últimos nueve años. En la misma línea conservadora está mucho más lograda la antigua recreación de Otto Schenk, en dos videos -Deutsche Grammophon- que cuentan con la fabulosa dirección Carlos Kleiber, quizá menos preocupado por reflexionar sobre el paso del tiempo, pero poseedor de una chispa y una vis cómica sensacional. Sea como fuere, esta puesta en escena de Karajan resulta aceptable.

El segundo de los videos de Kleiber, que cuenta con un reparto no inferior al de Karajan (repite Kurt Moll), ya ha salido en DVD en el extranjero. Es la única competencia a éste y tiene la gran ventaja de contar con subtítulos en castellano, pero como Universal aún no lo ha distribuido en España, la opción por Sony es ineludible. Mi recomendación es que, aunque cuente usted con alguna de las grabaciones con la Schwarzkopf, se haga con este DVD si no tiene el audio Karajan de DG: le sale bastante más barato -se ahorran unas tres mil pesetas- y, además, puede ver a unos extraordinarios cantantes en acción. Y si el presupuesto se lo permite, hágase también con el complementario de Kleiber. Esta obra maravillosa merece el desembolso.

 

Strauss: El Caballero de la Rosa.
Anna Tomowa-Sintow, Kurt Moll, Agnes Balsta, Gottfried Hornik, Janet Perry,
Wilma Lipp, Heinz Zednik, Helga Müller Molinari, Kurt Rydl, Vinson Cole.

Orquesta Filarmónica de Viena, Herbert von Karajan.
198’.
Sony Classical SVD 48313
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